CÉSAR MANRIQUE
César Manrique (Arrecife, 1919 - Teguise, 1992), pintor, escultor y arquitecto, ha sido uno de los personajes más importantes de la historia de Lanzarote gracias a su empeño y trabajo para conjugar la conservación del importantísimo patrimonio natural de la isla y su explotación turística.
Manrique fue un enamorado de su tierra, hasta tal punto que dedicó gran parte de su vida a trabajar para mostrarle a los demás lo mejor de ella.
Fue el principal impulsor de los Centros de Arte, Cultura y Turismo, las piedras angulares del turismo lanzaroteño, y defendió la integración en el paisaje y la recuperación de lo tradicional dentro de una modernidad poco agresiva en todas sus obras.
Nacido en Arrecife, se trasladó a la Península para cursar sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde acabaría viviendo cerca de 20 años y donde empezaría a labrarse un nombre en el mundo del arte.
Tras un breve paso por Nueva York, donde expone en tres ocasiones en la Galería Catherine Viviano, regresa a su tierra natal.
Desde ese momento, Manrique trabajó en su modelo artístico en la Isla hasta 1992, cuando falleció en un desgraciado accidente.